Adivine, ¿qué es lo que ocurre en Wall Street cuando se suben los impuestos?

El 15 de abril en EEUU es la fecha límite para presentar la declaración de impuestos, así que Tom McClellan pensó que sería apropiado echar un vistazo a las cifras de recaudación de impuestos oficiales. Con la tasa de impuesto federal para el 2013 en aumento, no es demasiado sorprendente ver el total de los ingresos fiscales federales aumentando.

«La tasa máxima de impuestos sobre el ingreso aumentó de nuevo hasta el 39,6%, y la contribución en nómina a la Seguridad Social (AKA FICA) subió al 6,2% después de haber estado en el 4,2% en 2011 y 2012. Ese último significa que la mayoría de los asalariados pagarán 2 puntos porcentuales adicionales de sus salarios al Tío Sam. Un 2% no suena como mucho, pero recuerde que en términos porcentuales se pasa de pagar el 4,2% al 6,2%, es en realidad un aumento del 48%.

En los 12 meses hasta marzo de 2013, el total de ingresos de todas las fuentes federales ascendió al 16,2% del PIB. Eso está aun muy por debajo de la tasa de «confiscación» del 18% que garantiza una recesión para los mercados, pero está aumentando fuertemente. ¿Por qué digo que la recaudación de impuestos a una tasa del 18% del PIB garantiza una recesión? Sólo hago esta afirmación porque los EE.UU. ha terminado metiéndose en una recesión en el pasado cada vez que la tasa había llegado tan alto.

Algunos en Washington piensan que es diferente ahora, y que de alguna manera podremos evitar una recesión con el aumento de la recaudación de impuestos. Los 70 años de datos dicen lo contrario pero no parece molestar a esa gente. Entonces, si aceptamos que el nivel del 18% del PIB es un umbral recesión, y durante los últimos 12 meses, la presión fiscal está sólo en el 16,2%, entonces no hay nada de qué preocuparse, ¿verdad? No tan rápido.

Los datos sobre ingresos federales durante los primeros 3 meses de 2013 muestran un gran aumento en la recaudación bruta (sin ajustar por el PIB):

El total de dólares recaudados para el primer trimestre del 2013 es de $581B. Eso sigue siendo inferior a los $888B de dólares que el Tío Sam gastó entre enero y marzo, pero los números están cada vez más cerca el uno al otro. Eso es una buena noticia para el déficit, pero no tan buenas noticias para la economía.

Tomar demasiado dinero de la economía en forma de impuestos frena la actividad económica privada (aquí en España igual nos suena de algo). Ese dinero no trabaja cuando el Tío Sam se lo arrebata.

En 2012, durante los 3 primeros meses la cifra era de $479B en los ingresos federales. Así que en 2013 la presión ha aumentado en un 21% respecto a la tasa de ingresos brutos federales en 2012. Hay un factor importante en la estacionalidad cuando esos dólares son enviados a Washington, DC, como muestra el gráfico.

Hasta el momento 2013 parece estar siguiendo ese patrón estacional muy bien, con un gran bache en general en la recaudación total. Abril es el mes más grande, ya que los contribuyentes esperan hasta la fecha límite de presentación de impuestos a pagar lo que pueda deber del año anterior más los impuestos estimados para el año en curso.

Extrapolando hacia adelante, si el resto de 2013 sigue viendo los recibos de impuestos federales aumentando a un ritmo del 21% más con respecto al año pasado, y si el crecimiento del PIB sigue siendo tibio, los ingresos federales estarán por encima de ese umbral recesivo del 18% antes de final del año.

Vale la pena destacar que durante la década de 1990, la recaudación de impuestos federales fueron capaces de mantenerse por encima del 18% durante bastante tiempo antes de que la recesión apareciera finalmente a finales de 2000. Ese fue un momento excepcional, cuando la generación del baby boom todavía gozaba del pleno empleo y la contribución al PIB era máxima, además de la burbuja de la tecnología.

Desgraciadamente no tenemos esas condiciones ahora, con estos Boomers jubilándose, y con las regulaciones federales aumentando dramáticamente. Los altos impuestos en ese entonces tenían su efecto, lo que provocó que la línea AD del NYSE tocase un máximo en 1998, matando al boom de la tecnología, y causando un cambio en el año 2000″.

Tom McClellan
Editor del McClellan Market Report

Traducido por Javier Alfayate para los lectores de accionesdebolsa.com

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